Querida mamá:
“En suaves tules envuelvo tus recuerdos para que se
conserven siempre así, frescas como el rocío de la mañana.”
Ya no estás a mi lado, daría todo por poder leerte esta
carta, pero ya no estás aquí, te has ido a donde no hay regreso, donde no te
puedo buscas. Mas en mi corazón, que aún llora tu partida, vives encendida como
una llama, porque no habrá más amor del que yo te guardo aquí.
Ya no estás, siento mucha soledad, mucha tristeza y todo lo
que me rodea me recuerda a ti, te veo en mis flores, en mis prendas de ropa y
en todo de mi vida cotidiana… porqué siempre estabas aquí, mirando y riéndote
de mis locas aventuras que te contaba. Te siento aquí, en los cajones que
guardan tus fotos, y este dolor de la realidad de tu ausencia, mamá es tan
grande ya casi no puedo ni respirar.
Mamá, me siento egoísta, pues tengo muchos sentimientos
encontrados, ¿por qué tuviste que irte?. No estaba preparada mamá, no lo
estaba.
La única distancia que me separaba de ti, era una llamada y
ahora no hay nada, sólo silencio, ese mudo silencio que agiganta más mi dolor.
No sé cuánto durará este profundo dolor, quizás nunca se vaya, o puede que sea
la forma que tengo de retenerte a mi lado. Mas debo ser una buena hija de Dios,
obedecer y aceptar lo inevitable, sólo Dios sabe el porqué de las cosas.
Mamá, yo siempre te guardaré aquí junto a mi corazón, me
haces mucha falta. A veces parece que todo es un mal sueño, que voy a despertar
y te veré en el jardín cuidando tus plantas, hablando y sonriendo.
Te extraño tanto mamita, no sé cómo sigo adelante, mas debo
sacar fuerzas, siempre me decías que debía hacerme a la idea, pero nadie está
preparado para afrontar la muerte y mucho menos la de una madre.
Mas la muerte es implacable y se lleva lo que más amamos,
sólo nos queda el consuelo que un día nos volveremos a ver y nos fundiremos en
un abrazo eterno. Siempre hablaré de ti, de lo maravillosa que eras, de tus
días buenos y malos, pues tu vida me ha servido a mí para ser mejor mujer y
madre.
Te amo mamá, te siento en mi corazón, pero siempre te
extrañaré.
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